SOCIEDAD GASEOSA, LA de ROYO, ALBERTO

Si no hay lugar para lo sólido, sólo lo superficial, lo efímero, lo gaseoso, lo rápido, la búsqueda del beneficio, la falta de necesidad y autoexigencia, el desprecio por la tradición, la obsesión innovadora, el consumismo, la educación, la Arrinconando las humanidades y las filosofías, la autoayuda, la mediocridad percibida y la ignorancia complaciente sacuden lo que creemos que es más estable. Todo apareció, se difundió, se vendió, se compró, se usó lo más rápido posible para desaparecer. Más que una sociedad líquida -como la describió el gran pensador Zygmunt Bauman-, ahora vivimos en una sociedad gaseosa. Con la esperanza de que todavía podamos cambiar las cosas, este ensayo propone una reflexión clara, y quizás incómoda, sobre las diversas y sutiles formas en que lo que debería tener más -educación, relaciones, cultura, conocimiento- se convierte en un gas.